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19 febrero, 2015

Le presentamos al padre de la Filosofía Racista

Joseph Arthur de Gobineau ... vaya joyita.

Esta es la historia de Joseph Arthur de Gobineau, un filósofo y diplomático francés, conocido por haber teorizado la pseudo-superioridad de la raza nórdica, y fundando de esta manera la infame literatura metodológica sesgada sobre diferencias raciales con su obra de 1853 Ensayo sobre la desigualdad de las razas humanas.

En este ejemplo de tolerancia y filantropia, Gobineau comienza por cuestionarse el por qué las sociedades tienden a desaparecer, argumentando que las diez más destacadas han logrado sobrevivir dada la prevalencia del hombre blanco, mientras que debemos buscar las causas de la degeneración de las civilizaciones muertas a la mezcla racial con razas inferiores. Este caballero consideraba a las razas negra y amarilla "variedades inferiores de nuestra especie" sobre las que se levanta el hombre blanco, y, concretamente, el hombre ario, poseedor según el franchute "del monopolio de la belleza, la inteligencia y la fuerza". Con este humor que se gastaba, no debe extrañar el consejo con el que el bueno de Joseph cerraría su obra: la supervivencia de la civilización occidental dependerá de su capacidad para repeler y expulsar al extranjero, a fin de mantener una pureza de sangre que sólo habían conseguido, dice él, los germanos.

Las ideas de Gobineau y otros racistas intelectuales derivan de los primeros estudios antropológicos sobre los conceptos de raza y especie llevados a cabo desde el siglo XVIII. Pronto proliferaron los estudios sobre una supuesta raza aria, a raíz de descubrimientos realizados en el campo de la lingüistica del s.XIX que identificaron los idiomas avéstico de la antigua Persia, y sánscrito del Valle del Indo, como predecesores de las lenguas europeas, incluyendo el latín, el griego, y todas las lenguas germánicas y célticas. A raíz de esto, el lingüista aleman Friedrich Schlegel estuvo rápido y fue el primero en proponer la existencia de un pueblo originario común, al que se apresuró a denominar "ario", denominándolo como el origen de todos los europeos. Como pueden suponer, toda esta parafernalia pseudo-patriótica con tintes sectarios sería una pluscuamperfecta fuente de inspiración y ayuda para Hitler y la Alemania Nazi a la hora de justificar su política de expansión y discriminación racial.


En contra de lo que podríamos esperar, no todo el mundo estaba loco en el siglo XIX. El antropólogo haitiano Anténor Firmin fue algo más que un hijo de su época, y redactó la obra respuesta a Gobineau De la igualdad de las razas humanas en 1885, momento de máximo apogeo racista por el reparto colonial africano tras la Conferencia de Berlín. Cómo era de esperar, la obra de Firmin fue mayoritariamente ignorada y guardada en un cajón durante décadas por los antropólogos europeos, hasta que la conmoción social tras el holocausto obligó a la comunidad a dejar de apartar la vista del problema racial.

La corriente de pensamiento racista reinante en el siglo XIX esta fundamentada sobre la biologización simplista de las teorías sociológicas de autores como Charles Darwin, y utilizó multitud de instrumentos científicos y razonables para justificar sus creencias y premisas. Como apunte final, Richard Wagner, el músico fetiche del Führer, al que sirvió de inspiración y motivación durante toda su carrera, fue un profundo antisemita y feroz y entusiasta defensor de las ideas de Gobineau, y no dudó en dejar bien claro al populacho su manera de ver las cosas en obras como la ópera El anillo del Nibelungo. 





Ideas falsas sobre los estereotipos



El concepto de estereotipo está tan presente en nuestro día a día que en muchas ocasiones olvidamos su auténtico origen, significado y función. Vamos a repasar cuáles son algunas de las falsas creencias que tenemos sobre ellos.

Los estereotipos son menos precisos que la percepción interpersonal.

Solemos aceptar los estereotipos sobre grandes grupos ( ej: los catalanes son tacaños, los alemanes eficientes y los franceses sólo comen croissants), pero consideramos que no funcionan, o al menos procuramos no aplicarlos, en el contacto individual. Lo curioso es el hecho de que consideramos al individuo como más real que al grupo. No necesariamente un estereotipo tiene que ser menos valioso que una percepción personal. Además, es falso pensar que no podemos conocer mejor a un grupo, entendido como conjunto de relaciones, que a un individuo.

Los estereotipos son una información rígida e invariable

Es obvio que los estereotipos retratan una realidad a nivel grupal, pero no es ni mucho menos algo fijo ni determinado. No tiene nada que ver el conocimiento a largo plazo y el poder de predicción para con un grupo, que la consideración elaborada dentro de o para un determinado contexto. El contenido del estereotipo variará en función de lo que represente para nosotros en ese momento según nuestras teorías y conocimientos previos.

Los estereotipos no son una información válida

Falso. Los estereotipos son válidos en la medida en que los grupos a los que refiere son entidades reales. Tanto el individuo como el grupo existen objetivamente, por lo que la categorización social tanto individual y colectiva se torna necesaria para representar fielmente el mundo real.
Además, los estereotipos varían en función del contexto, y pueden considerarse válidos siempre que sus variaciones estén vinculadas a cambios en el entorno social. Es el ambiente lo que modela el estereotipo y no al revés.



Por otra parte, existen dos razones para defender la existencia y la función de los estereotipos.

Los estereotipos son normas sociales

Los miembros de un grupo comparten estereotipos comunes, por lo que puede decirse que el estereotipo constituye una norma y una necesidad social. Los estereotipos ejercen como vehículo de conocimientos útiles para el grupo, y los que no son compartidos usualmente carecen de repercusión para la vida en comunidad.

Los estereotipos contienen análisis políticos

Los estereotipos son una herramienta cognitiva que surge de la necesidad por parte del grupo de crear una identidad propia diferenciada, que proteja sus valores y justifique la distancia con el exogrupo. El conflicto social es una característica intrínseca del ser humano, por lo que las diferencias culturales e históricas conforman la dimensión política del estereotipo. Cuando rechazamos un estereotipo, estamos ejerciendo un juicio político más que un proceso racional de análisis de los procesos psicológicos suscitados. Los estereotipos resultan armas políticas, y lo interesante es averiguar el por qué de que prevalezcan unos sobre otros. Además, conviene que nos demos cuenta de que cuando rechazamos un estereotipo, es siempre el del otro. Aceptamos de muy buen grado nuestras propias creencias estereotipadas, pero no nos tiembla el pulso a la hora de señalar las de los demás como erróneas e imprecisas por este u aquel motivo.

En resumen, los estereotipos no resultan inaceptables por ser generalizaciones sobre categorias, por ser una información falsa o dogmática, o por resultar poco válidos. Lo cierto es que resultan peligrosos porque tienen un carácter etnocéntrico, y se encargan de asociar atributos concretos y específicos a la esencia de lo que las personas son.



12 febrero, 2015

Tiene más fuerza la constancia de una gota, que el impacto de una ola




8 consejos para mantener la resiliencia



El concepto de resiliencia hace referencia a la capacidad de las personas para superar situaciones adversas y soportar esos innegociables períodos de dolor emocional que, más tarde o más temprano, a todos nos toca  atravesar. Se trata de una dimensión que últimamente está despertando mucho interés dentro del campo de la Psicología, dada su innegable utilidad práctica y la enorme demanda de la sociedad de conocer y tratar de aplicar y desarrollar estrategias y estilos cognitivos que permitan afrontar la inevitable dosis periódica de drama de nuestras vidas. La capacidad de gestionar de una manera correcta y eficiente dimensiones tales como el dolor, el estrés o la incertidumbre, se presenta como el gran reto de nuestras vidas en esta nuestra época, sobrecargada de estímulos, alternativas e influencias.

En un artículo publicado ayer en la versión digital de la célebre revista norteamericana Time, James Waters, comandante de pelotón de los Navy SEAL, nos ofrece algunos consejos para mantener la motivación y la entereza necesarias para sobrevivir a las situaciones más desafiantes y exigentes. Pese a que las siguientes recomendaciones puedan parecer, en algunos casos,  excesivamente manidas y ofensivamente obvias, conviene dejar atras nuestras convicciones previas y atender a ellas, aquí y ahora, como algo nuevo y refrescante.

Estas son las 8 claves de un Navy SEAL para hacer frente a situaciones adversas:

1. Recuerda cuál es el propósito y el significado de tu tarea

Parece ser que, en situaciones de demanda física, la percepción de esfuerzo influye en mayor medida que el cansancio a la hora de completar eficientemente un entrenamiento. Este ejemplo deportivo es extrapolable a nuestra vida diaria; a la hora de afrontar tareas académicas o laborales, o situaciones de malestar emocional, influirá mas nuestra percepción de la situación que la carga real de trabajo o la verdadera magnitud de nuestro problema. Es por esto que conviene recordar siémpre cuál es el objetivo, qué buscamos conseguir con lo que estamos haciendo, cómo nos beneficiará, y, en última instancia, la manera en que la superación de este reto nos hará sentir orgullosos y recompensados.

2. Tómatelo como un juego

La manera correcta de enfocar una situación a priori desfavorable o inesperada es considerarla como un reto o desafío antes que como una amenaza. Haz de cada suceso desagradable una oportunidad. Una oportunidad de crecimiento y mejora. Dejando a un lado las leyes de vida y su irrefutabilidad, conviene adoptar una postura positiva y abrazar cada problema que nos sobrevenga como un chance para desarrollar nuestra entereza y nuestras habilidades. De esta forma, sólo te ocurrirán cosas buenas; el refrán dice que lo que no mata, hace más fuerte, y ya sabemos que la sabiduria popular, aunque contradictoria en algunos casos, nunca es azarosa. Puedes hacer de la peor de las situaciones tu gran oportunidad de evolución, echa un vistazo atrás y repasa aquellos episodios de tu vida que dominaste cuando parecía imposible, o al menos muy díficil, y utiliza esta filosofía para abordar cada nueva tarea como el gran reto de tu vida: el reto de seguir creciendo.

3. Ten confianza en ti mismo, pero sé realista

Cuando nos encontramos en situaciones de peligro, estresantes o problemáticas, debemos manejar un delicado equilibrio de cogniciones contrapuestas. Por una parte, debemos ser realistas y analizar sin tapujos ni temores la verdadera magnitud del caso, calculando los posibles riesgos a los que nos enfrentamos. Y por otra, debemos mantener una firme confianza en que, sea como sea, seremos capaces de controlar y solucionar el problema. La confianza en las propias habilidades es una competencia esencial y una marca diferencial entre las personas exitosas y las que se quedan a medio camino.

4. Prepárate, prepárate, prepárate

La preparación es básica para cualquier competencia. Cómo bien reza un ejemplo al comienzo del artículo original de Time, correr una maratón no parece tan duro despues de unos meses entrenando, pero si nos pidieran que corrieramos uno mañana, es evidente que nos parecería precipitado e inviable. Ya sea en el entrenamiento físico o en cualquier deporte (individual o de équipo), o en un puesto de trabajo, el éxito recaerá primero sobre aquellos que han analizado las debilidades y las han reforzado de una manera previsora, sin esperar a que los acontecimientos los atropellaran.

5. Céntrate en mejorar

No enfoques las situaciones y acontecimientos de tu vida en términos de bien o mal, ganar o perder, victoria o derrota, blanco o negro: resulta mucho más práctico y realista considerar todas tus experiencias como parte de un proceso vital de aprendizaje que ni acaba ni empieza. Evita las alegrias y tristezas pasajeras, no sigas siendo un espectador de tu vida. Dotar del mismo significado enriquecedor a todas tus experiencias refuerza tu autoestima y la confianza en ti mismo y da sentido de continuidad a tu vida. Esfuérzate por ser mejor hoy de lo que eras ayer, ni más ni menos. Céntrate en trabajar tus puntos débiles, tus carencias. Rentabiliza tu experiencia. La actitud es la clave.

6. Ayuda ( y déjate ayudar)

Este es un punto muy interesante. Es necesario tener una red de personas de confianza con quien compartir tus experiencias, y dejarte ayudar por ellas. Esto no es tan fácil como parece, es necesario desarrollar una intimidad con las personas que a muchos les puede resultar complejo, como poco. Pero es por esto que resulta tan importante. La humildad es clave para aceptar que sólos no llegaremos tan lejos cómo llegaríamos estando bien acompañados.

No menos importante es adoptar el papel opuesto, y ser tu quien brinda la ayuda. Adoptar el rol de cuidador, de apoyo, de refuerzo, ayuda a dar significado a nuestras vidas, sintiéndonos útiles; es algo que nos inspirará y ayudará a seguir adelante en los malos momentos.

7. Celebra las pequeñas victorias

Tómate un momento para apreciar tus avances, tu progreso, tu desarrollo. No seas demasiado exigente, no te mortifiques por no haber ganado aún un premio Nobel o un Grammy. La vida es un continuo devenir de altibajos, es por esto que dar el mérito y valor correcto a tus logros será la motivación perfecta para afrontar los momentos duros.

8. Encuentra la manera de reír

Debes divertirte y encontrar la manera de reír cada día. El humor es un delicado constructo de ideas y conceptos significativamente creativos, por lo que, si somos capaces de encontrar algo divertido en donde sea, estaremos dejando de lado, al menos por un momento, todo el estrés y la tensión. El estrés nos hace enfocar las situaciones en una sola dirección, así que ser capaces de romper ese rígido paradigma y mirar la realidad con otra lente se antoja ciertamente necesario.


Para leer el artículo original, pinche aquí.